lunes, 23 de septiembre de 2024

El Abandono y sus abordajes

El abandono es una experiencia dolorosa que deja marcas invisibles en lo más profundo del alma. Aunque solemos enfocarnos en lo tangible, como la separación física o la ausencia, la verdadera herida emocional radica en el acto de dejar atrás a alguien que nos confió su vulnerabilidad y sus emociones más íntimas.

Las secuelas emocionales del abandono son profundas y pueden durar mucho tiempo. Para quienes han sido abandonados, el dolor se siente desgarrador. La sensación de traición y la pérdida de alguien en quien se confiaba se convierten en una fuente de angustia. La confusión y el desasosiego generan un torbellino de emociones que deja un vacío persistente en el corazón.



La autoestima se ve seriamente afectada tras un abandono. Las preguntas sobre qué se hizo mal, por qué no se fue suficiente para que la otra persona permaneciera, nos llevan a una espiral de pensamientos autocríticos. Esta situación daña no solo la confianza en uno mismo, sino también la capacidad de confiar en los demás.

La confianza, otro pilar fundamental, se resquebraja. Tras el abandono, nos volvemos cautelosos y reacios a abrir el corazón por miedo a ser heridos nuevamente. En nuestra defensa, erigimos muros emocionales que, si bien protegen del dolor, también nos alejan de nuevas oportunidades de amor y conexión genuina.

Por otro lado, quienes eligen abandonar también enfrentan sus propias batallas emocionales. En muchos casos, la incapacidad de lidiar con el dolor o la incomodidad en la relación provoca la decisión de marcharse. Este patrón puede generar un ciclo interminable de desconexión emocional y relaciones superficiales.

El abandono, en su esencia más profunda, es una forma de violencia emocional, ya que niega al otro como un ser digno de amor y respeto. Al marcharnos, invalidamos sus sentimientos y dejamos cicatrices que pueden perpetuar la sensación de indignidad en quienes fueron dejados atrás.

Para sanar las heridas del abandono y superar estos patrones destructivos, existen enfoques terapéuticos que ayudan a desentrañar los traumas profundos y a liberarnos de ellos. Métodos como Constelaciones Familiares, Meditación, Biodecodificación de Memoria Celular, Registros Akáshicos, Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), Mindfulness e incluso terapias de vidas pasadas, permiten abordar el abandono desde diversas perspectivas, ayudando a sanar las heridas y a restablecer una conexión auténtica con uno mismo y con los demás.



Estas terapias te ofrecen herramientas para transformar el dolor en crecimiento y liberar los bloqueos emocionales que te impiden avanzar. A través de este proceso, podrás reconectar con tu valor intrínseco, abrirte nuevamente al amor y crear relaciones más conscientes, basadas en la confianza, el respeto y el amor mutuo.


Si sientes que este patrón de abandono resuena contigo y deseas trabajarlo desde una perspectiva terapéutica, te invito a reservar una sesión en línea conmigo. Estoy aquí para acompañarte en este camino de sanación y transformación.

Viviana Rodriguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario